La EHS o Electro Hiper Sensibilidad es una enfermedad crónica que altera el sistema nervioso central frente a una exposición del individuo a los campos electromagnéticos, es decir, a las radiaciones artificiales de baja y alta frecuencia: wifi, bluetooth, teléfono móvil, inalámbrico, horno microondas, etc.
Existen medidas universales que son útiles en todas la viviendas y lugares de Trabajo:
- Desconectar el router WiFi por la noche
- Sustituir los tubos fluorecentes y lámparas de bajo consumo por lámparas LED
- Substituir sustituir los teléfonos inalámbricos por otros de bajo consumo eléctrico (ECO+), pues sólo emiten campos electromagnéticos durante las llamadas.
- instalar cables de red ETHERNET para conectar la TV y el ordenador a internet.
Incluyen síntomas:
- Dermatológicos (enrojecimiento, hormigueo y sensación de ardor)
- Neurosténicos y vegetativos (fatigas, cansancio, dificultades de concentración, mareos, palpitaciones cardíacas y trastornos digestivos).
La OMS indica que se trata de síntomas reales, pero de momento no ha encontrado base científica suficiente para identificarla como enfermedad.
La raíz del problema se encuentra en los límites legales de exposición.
A modo de ejemplo, en España se permiten más de 2 millones de microwatios por metro de cuadrado. Numerosos estudios científicos han demostrado que a una fracción de este nivel de radiación se abre la barrera hematoencefálica, aumentan los tumores, se producen defectos celulares, se dañan los nervios, las células sanguíneas se agrupan, el sistema inmunológico se desajusta, etc.
Entonces, ¿por qué los límites legales son tan altos? Los límites legales actuales se limitan a los efectos térmicos. Si no hay calentamiento del cuerpo, se considera que no hay riesgo.
