Decirle a tu familia que tienes fibromialgia nunca es una tarea fácil. Esto lo será aún más si sus hijos son demasiado pequeños para comprender realmente lo que está pasando o si aún no pueden leer e investigar la enfermedad por sí mismos. Es importante contar con consejos útiles para compartir su condición con otras personas, especialmente con los niños en su vida.
Siendo honesto
Para empezar, es muy importante ser honesto acerca de su enfermedad. Debe explicar a su familia que está enfermo, nombrar su enfermedad y explicar la enfermedad lo más claramente posible. La mayoría de los niños ya habrán notado el hecho de que algo está mal. Sabrán que no se ha sentido bien, que ha estado visitando médicos y que no ha podido hacer ciertas cosas que podía hacer anteriormente. Como tal, algunos niños lo verán como un alivio saber finalmente qué está mal. Los niños apreciarán saber la verdad y se sentirán capacitados para tener un nombre para el problema.
Estar preparado
Antes de sentarse con su familia para hablar sobre su enfermedad, asegúrese de estar preparado y educado. Hable con su médico y manténgase lo más informado posible sobre su condición y sobre las preguntas que puedan hacerle. Programe tiempo individual para estar con cada niño para que cada niño pueda expresar sus preocupaciones y ser escuchado.
Algunos niños serán vencidos por otros y otros serán demasiado tímidos para hablar sobre sus preocupaciones. Si tienen tiempo privado contigo, será más probable que hablen y hagan sus preguntas. La mayoría de los niños querrán saber si causaron su condición, si es contagiosa., y cuanto durará. Los niños quieren saber que alguien va a cuidarlos y estar allí para ellos. Sé honesto con tus hijos, pero al mismo tiempo trata de disipar sus miedos y hazles saber que seguirás siendo su mamá o papá y que estarás ahí para ellos.
Muestra tus emociones
Solo porque seas padre no significa que tengas que ser fuerte todo el tiempo. Está bien llorar frente a tus hijos, mostrarles que estás frustrado y enojarte. Esto también validará las emociones de su hijo. Anime a sus hijos a expresar sus propias emociones y frustraciones sobre su enfermedad. A veces, es más fácil expresar estas cosas en otros medios. Pida a los niños pequeños que dibujen cómo se sienten o que actúen las emociones.
Esté atento a las banderas rojas
Los niños a menudo actuarán en base a nueva información de este tipo. No actuarán de la manera que usted podría esperar. Más bien, podrían pelear más en la escuela, llorar más a menudo, hacer que sus calificaciones bajen, evitar la escuela, etc. Preste atención a estos problemas e intente intervenir tan pronto como note un cambio.
Durante sus buenos días con fibromialgia, asegúrese de concentrarse en sus hijos tanto como sea posible y bañarlos de amor. Usted sigue siendo su padre, su disciplinario y su modelo a seguir. Estas cosas no han cambiado solo porque te has enfermado. Asegúrese de ser abierto y honesto con sus hijos y de continuar comunicándose con ellos a lo largo de los años a medida que su enfermedad se desarrolle y cambie.
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